miércoles, 14 de septiembre de 2011

Nevado Cachi

Las nueve cumbres del nevado

El miércoles 15 de noviembre de 2000, mi hijo Christian presentó en la Casa de la Cultura de Salta, la segunda edición de su libro El nevado de Cachi. Esta entrega ha sido notablemente mejorada con relación a la anterior, tal como el autor lo expresara en su presentación, intentado con ello que este aporte a la comunidad montañera en especial, sirva de guía permanente. El montañismo salteño careció siempre de publicaciones específicas, tal como lo plantea Christian en su obra. Tras la conquista de las nueve cumbres del macizo, con lo que se consiguió abrir todas sus rutas

  El Nevado de Cachi cuenta con un total de nueve cumbres, de las cuales El Libertador, por ser su vértice, es la más anhelada; también se conocía la Meléndez, en realidad La Hoyada, respetando el topónimo autóctono, que se ve en plenitud desde cualquier lugar del Este y que da la impresión de ser la más elevada de todas. Precisamente sería esta cima, la Meléndez, la que daría origen a la exploración total del macizo, y de esa manera, conocer exhaustivamente al gigante. En abril de 1984 arribó a Salta el bonaerense Jorge González, miembro del Centro Andino Buenos Aires (CABA), precisamente con el propósito de incursionar por el Cachi. Después de la habitual reunión semanal en el Club Amigos de la Montaña y ya en la puerta, Christian se ofreció a acompañarlo pero con la condición de utilizar otra ruta, y de esa manera, se acometió por primera vez la Quebrada de Las Arcas. Se trata de un anfiteatro por el cual, en 1909, incursionó el científico alemán doctor Franz Kühn.


El misterio de la ruta de Kühn aclarado

  No se sabe a ciencia cierta si Kühn buscaba llegar a la cima o efectuar estudios en esas alturas, pero  lo cierto es que no pasó los 5.000 metros. Un día conversando en familia expresé mi disconformidad por no conseguir datos sobre la exploración de Franz Kühn, vale decir, que ruta había transitado a comienzos del siglo XX; fue entonces cuando mi hijo Christian me respondió “¿Franz Kühn?” Se levantó de la mesa y al momento retornó con una bolsita de la cual extrajo varios elementos, de manera especial un pequeño cilindro de carey (el equivalente de antaño al plástico de hogaño) amarillo, que no era otra cosa que un envase de un rollo de película de esos tiempos. Adherido a un costado el nombre de “Franz Kühn”. Además, había encontrado entre los restos de ese campamento del alemán, una pava vieja de aluminio, una caja de fósforos de madera vacía (que en Argentina no era común, pues se usaban los clásicos de cera) y una moneda de cinco centavos del año 1905. Era evidente que Kühn la perdió, o se le cayó. De esa forma y para la historia del nevado, conocía ahora que camino había transitado Kühn, lo que había constituido un verdadero misterio hasta entonces. Se sabía de su incursión solitaria, pero no la ruta transitada. De esa forma Kühn se constituyó en el primer ser contemporáneo en atreverse a desafiar al gigante calchaquí por Las Arcas o Este.

  Retornando a la expedición de 1984, Vitry y González lograron superar la empinada pared y salir a la parte superior del macizo, a los 6.000 metros de altitud más o menos. Ambos prosiguieron y alcanzaron dicha pre cumbre, posteriormente bautizada Arne Hoygaard, en honor a uno de los tres primeros vencedores del nevado en febrero de 1950. Fueron ellos lo que bautizaron a la cumbre principal con el nombre de El Libertador, en homenaje a don José de San Martín en el sesquicentenario de su nacimiento. Los otros vencedores fueron fray Oliverio Pellicelli y el militar Pedro Miguel di Pasquo. Jorge González manifestaba al regreso de ambos que la decisión de Christian de regresar fue oportuna, lo que hablaba del caudal de experiencia acumulada pese a sus 18 años de edad. “No hubiésemos podido descender la pared del anfiteatro con luz suficiente; El Libertador, a la vista nuestra, quedó para otra oportunidad. Llegamos al campamento no con mucha luz, pero con la suficiente para ubicarlo. De ahí es que te digo que la decisión de Christian de regresar, fue sabia y oportuna”.

La ruta seguida por los japoneses

  La ruta de Las Arcas había sido superada y resuelto uno de los primeros problemas para el reconocimiento total del nevado. Christian expone en su libro que la “primera” a la cima Hoygaard la realizaron los japoneses que “habían llegado a una cumbre inferior del nevado”. Una tarde recuerdo que nos encontrábamos entre los restos de la antigua población precolombina de Las Pailas con Antonio Zuleta y Gregorio Barrios que nos había mostrado los canales subterráneos por donde transportaban el agua los pobladores en esos tiempos pretéritos, constituyendo ello una verdadera obra de ingeniería. Además, Barrios, en el fondo de un rectángulo donde sembraba, abrió una zanja de más de un metro de profundidad y descubrió seis canales de riego, separados los mismos de un poco más de un metro y que tenían unos 40 centímetros de diámetro, con cuatro de ellos funcionando perfectamente bien y transportando un interesante caudal de agua cristalina.

  Al colocarnos frente al macizo, Barrios nos dijo que lo que hoy es el Pilar las Pailas, se conocía antiguamente como Tijerón, sin poder aclarar el origen del topónimo. A la izquierda de éste, hacia el sur, entre el Pilar y la Meléndez, nos señaló una ruta y dijo: “De noche veíamos las luces de los japoneses allá, señalando el derrotero seguido por los asiáticos. Este testimonio determinaba con claridad que los japoneses no habían ingresado por la quebrada Las Arcas, accediendo al anfiteatro Kühn y superando a éste, sino por otra senda de la pared. Tal vez la misma utilizada por los del Club Andino Bariloche, Stegman y Boucher, en 1948. Lo que no se sabe, al menos los japoneses no lo relatan en su informe, el haber pasado por la cumbre Meléndez, pues de haberlo hecho, habrían mencionado las famosas lagunas que dan origen al río Cachi,  ubicadas a casi 5.000 metros de altura.

  Barrios había atendido en su casa a  los japoneses, todos universitarios y que a tan enorme distancia entre los dos países, escogieron al Cachi, de Salta, para efectuar una ascensión a la cumbre de ésta montaña. No se les dio, pero al menos lograron dominar la cima que después sería bautizada como Hoygaard. Resultó oportuna la entrevista con Barrios, a quien le enviamos posteriormente unas cinco bolsas de cemento. Con el mismo, él iba a intentar recuperar la verticalidad del menhir caído en las ruinas de Las Pailas, ubicado en lo que parecería ser  un sitio ceremonial. Ignoro si habrá realizado tal trabajo, aunque espero que si no lo hizo, haya ocupado el cemento en su provecho. Digo esto porque la gente de esa zona cuida con atención el fin que se les da a las cosas. De ser así, todo el cemento se habría inutilizado. Barrios falleció a los pocos años, siendo aún un hombre joven. Su familia quedó allí por esos años, pero ignoro que es de ella en la actualidad.

La exploración total del nevado

  Recuerdo que en el club recibimos una carta certificada de unos jóvenes del Club Andino Tucumán con fotografías que, desde la altura donde se encontraban, se apreciaban las famosas lagunas abajo. Además, estaban sentados sobre lo que parecían ser los restos bajos de una pared destruida. Los muchachos querían saber con certeza que cumbre habían ascendido. De la misma manera que se dirigieron a nosotros, lo hicieron al Ejército, Gendarmería, Policía, NOA Geológico, Universidad de Salta y no recuerdo a que institución más. Todas las cartas nos fueron giradas a nosotros y con ellas contábamos con una cantidad considerable de fotos, repetidas por cierto. Recuerdo que comenzamos con las consultas a todos aquellos que habían  intentado el Cachi, pero nadie se daba por enterado, por lo que las consultas resultaron vanas. Quedamos muy mal posicionados con los tucumanos -y el país entero-, los cuales, solo años más tarde se enterarían que cumbre habían conquistado. Ésta, no era otra que la Meléndez y la pared baja formaba parte de un rectángulo precolombino. Los tucumanos se dirigían hacia El Libertador -que era el objetivo-, utilizando la ruta clásica de Las Cuevas-Nivómetro, pero arriba se desviaron a la derecha y al encontrarse completamente perdidos, salieron a la Meléndez, por suerte para todos en general, desde donde lograron orientarse para regresar. Con unos cuantos años de retraso le respondimos, enviándole los certificados correspondientes de este ascenso. No respondieron jamás.

La incorporación de Zuleta. El “viejo Franz”

  Presidí el Club  Amigos de la Montaña desde 1973 (1973-1988) y la reflexión llegó sola: no podemos pasar tanta vergüenza como ésta vez. Hay que hacer algo, conocer lo nuestro, caminar esa enorme montaña. En 1984, se plegó a una expedición a El Libertador, el ahora cacheño Antonio “Portón” Zuleta. El debut de éste en la alta montaña directamente se inició así con muchos auspicios, pues logró la cumbre junto a Christian y desde entonces entre los dos nació una sólida amistad. Zuleta logró la cumbre principal como diez veces y en una oportunidad se quedó allí por tres días y tres noches, protagonizando de esa forma el único caso de supervivencia de Salta y el país. La permanencia Garrido en la cumbre del Aconcagua, todo un récord por cierto, dada su condición de español, deja a nuestro Zuleta con la plusmarca nacional.

  Es interesante destacar que al descender, lo hizo a la oración, pues ya estaba probablemente harto de soledad. Llegó de noche a la pared del anfiteatro Kühn y con los primeros pasos hacia abajo, casi cae al precipicio. Había cometido el error de descender al revés de las reglas, vale decir, mirando hacia abajo. Después del golpe, escuchó una voz que le decía que debía hacerlo mirando a la montaña. Esa voz misteriosa lo acompañó, guiándolo generosamente, hasta la base del anfiteatro donde podía montar la carpa y dormir esa noche; allí desapareció el enigmático y útil compañero, dejándole  un mensaje: Soy el viejo Franz y les digo que la montaña posee muchísimos secretos”.

  ¿Qué nos faltaba para acometer la empresa? Christian contaba con la compañía de Emilio González Turu y ambos formaron una fenomenal pareja dentro de la historia del montañismo salteño, tomando el bastón de la posta que dejaban Jaime Roque Echenique y Edmundo Javier Moretti, que años antes les había tocado en suerte abrir el horizonte montañero local, dejando atrás a las viejas generaciones -que ya habían cumplido sus ciclos abriendo muchas rutas- y señalando el nuevo rumbo a las que llegaban. Christian integró varias veces la misma y se puede destacar como logro principal la cumbre del Galán, un volcán apagado al que se le había asignado la altura de 6.600 metros y que contaba además con una historia arqueológica deslumbrante. Fue del pircón rectangular cimero, de donde el austríaco Matthías Rebitsch extrajo los ídolos de plata que causaron sensación en todo el mundo. Los tres le efectuaron al Galán la primera ascensión íntegramente de argentinos. Para lograr el objetivo debieron caminar 16 días, entre ida y vuelta, regresando plenamente gratificados en todo sentido. Comprobaron, fundamentalmente, que la altura del Galán no era la fijada por el Instituto Geográfico Militar (IGM),  de 6.600 metros, cuando en realidad llegaba casi a los 5.900 metros.

Las conquistas de las restantes prominencias

  Era claro que si se debía dejar al Cachi sin secretos, habría que caminar por todos sus rumbos no solo una, sino muchas veces. La tarea del desafío quedó a cargo de Christian Vitry como líder indiscutido del trío, conformado además por los muy eficientes Emilio González Turu y Antonio Zuleta, apoyados por otros jóvenes, varones y damas, en formación. Creo que caminando las montañas y por todo lo que lograron en ellas Vitry, González Turu y Zuleta escribieron páginas brillantes para el montañismo local. El plan de conquista de las cumbres del nevado quedó establecido de manera tácita: había que bautizar a todas las cimas sin nombre, pero completando las mismas con la mención a los dos otros vencedores del Cachi, fray Oliverio Pellicelli y Pedro Miguel di Pasquo. En muchos casos las conquistas fueron compartidas por otros integrantes del club, entre ellos varias mujeres. En el cuadro relativo a las primeras ascensiones a los picos, figuran los nombres de sus vencedores, los que quedarán allí para siempre. Poco a poco el nevado fue conquistado, a la vez que el macizo iba entregando lentamente algunas partes de sus misterios, hasta permitir que fuera expugnada su última cima. En el resto de las prominencias, se respetaron los topónimos zonales y en el caso del Peñón Blanco, se le puso este nombre quizá como un homenaje al nevado mismo, el “blanco peñón de la soledad”, según la denominación  del macizo en lengua cacana, que hablaban los diaguitas. Es momento de aportar otro nombre, el de Pulares, con el cual también se conocía antiguamente a la inmensa montaña, corriendo esta versión por parte del sacerdote don Pablo Fortuny.

  A la postre su conquista resultó una verdadera epopeya. Ahora podíamos emerger la cabeza, lavar la vergüenza aquella frente a los tucumanos pero, esencialmente, evitar aquello tan remanido de que “nos vengan desde afuera a escribir nuestra propia historia”, como generalmente sucede en muchos casos. En la conquista integral del Cachi, el imponente nevado calchaquí, hubo un propósito contundente, el de no dejarle secreto oculto pero, partiendo siempre desde el sólido principio de que la improvisación no es buena consejera. Al menos, en lo que a cumbres se refiere, el resultado fue altamente satisfactorio. A esto hay que agregar las otras “primeras” obtenidas por el pequeño grupo a lo largo del cordón oriental de los valles calchaquíes. Les queda a ellos, como protagonistas de la empresa, disfrutar de todo el cúmulo de vivencias acumuladas en la tarea que les fue asignada oportunamente. No se crea que la conquista resultó una carrera contra el reloj. Todos nos tomamos el tiempo necesario para hacer realidad el desafío.

Un “comando” con mucha urgencia

  La montaña, cualquiera sea su ubicación geográfica, siempre ha generado en el ser humano la ambición de conquistarla, de hollar con sus zapatos la propia cumbre. Sobre esto hay infinidad de anécdotas en todo el mundo. Salta no es la excepción, por cierto, y si recorremos su historia a través del siglo 20, en especial, encontramos muchos casos, algunos conocidos, otros no.

  Un “seismil” por todos codiciados, es el nevado de Cachi, de 6.380 metros de altitud. Es lo más próximo a la ciudad capital, se llega en el día, hay alojamiento y otros bienestares, en un poblado ubicado al pie del gigante calchaquí, pero a 2.200 metros, que lleva su nombre: Cachi. Se trata de un pueblito en crecimiento como consecuencia de la afluencia de turistas en forma permanente y que para llegar a él, es necesario transitar por la espectacular Cuesta del Obispo, un regalo de la naturaleza para los ojos de los visitantes.

  Los montañistas se encuentran entre sus habituales visitantes; se trata generalmente de pequeños grupos que arriban dispuestos a  conquistar el premio, a cambio del prestigio que les otorga la hazaña en todos los medios. Y en los historiales de los deportistas, con un nevado de Cachi de más de seis mil metros en su haber, enriquece notoriamente el mismo.

  Este caso ocurrió en enero de 1989, con la aparición de un militar -sargento del ejército-, el que irrumpió en el pueblo, después de descender del ómnibus de pasajeros que lo transportó hasta allí, con la imperiosa necesidad de lanzarse inmediatamente a la cumbre. Recogió unas pocas informaciones y sin más trámites, se dirigió a las laderas de la montaña en pos de la cumbre, para lo cual contaba con el tiempo que se había impuesto de tres días, desde Salta capital y vuelta al poblado de Cachi. Todo una hazaña si lo conseguía en el tiempo estipulado. Cuando esa tarde de su llegada lo buscaron por tratarse de un personaje curioso para cierto grupo de gente del pueblo, nadie sabía nada. Había desaparecido.

  Y hay que reconocer a este criollo, su valentía y predisposición indomable, para conseguir su objetivo. Llegó, subió, bajó y desapareció, sin tomar contacto con nadie si había logrado a la cima del nevado. Fue una aparición fantasmal. Pese a la carencia de informaciones sobre de quien se trataba, el panorama no varió para nada: ¿llegó, o no?

  En estos casos solo existe la constancia del tradicional “libro de cumbre” donde todo el que llega allí, debe dejar firmado el testimonio de su ascenso. Para ello había que esperar una próxima expedición, la cual no llevaba la misión el comprobar la conquista del fantasma elusivo, sino cumplir sus propios planes. Y esto merecía más atención que los otros. El grupo, que nada sabía de ese intento solitario, bajó con la novedad de que en el libro de cumbre existía una constancia firmada por un señor “Raúl Santo, Sargento”. Y el tenor del asiento a 6.380 metros expresaba claramente:

  “Siendo las 12,30 horas del lunes 23 de enero de 1989, hice cumbre en este nevado. Mi objetivo era la cumbre a cualquier precio solo en tres días desde Salta hasta acá sólo, sin baqueano, sólo con la ayuda del señor Tolaba quien me guió verbalmente, con todo mi equipo como debe ser un soldado.

  “A esta cumbre la dedico a mis camaradas del RI 20, de Jujuy, y Rimte 28, de Tartagal. Sellé mi destino de “comando” en el Campo del Ejército ll, de Rosario de Santa Fe y a mis compañeros de colegio, a todos ellos un abrazo fuerte. Una vez más un soldado cumple con su misión: Dios, Patria o Muerte. Raúl Santo, Sargento”.

  El desconocido “comando” del Ejército había cumplido fielmente su propósito, un sueño que venía acariciando desde hacía cuanto tiempo. Cualquier ruta en el nevado es larga, pero este Santo “de mi devoción”, tenía como virtud, “su fuerte convicción” para cumplir con lo previsto.

  ¿Qué fue de él?, nadie sabe o conoce nada; sólo el aislado testimonio recogido casualmente por alguien de que él venía “a conquistar la cumbre en tres días”, y cuando bajó al pueblo, evitó todo contacto con otros seres. ¿Una personalidad controvertida?, ¿un amante del silencio?, ¿un ser carente de petulancia?, o quizá, un superdotado. El Sargento Raúl Santo, con su conquista del nevado a marcha forzada, ha impuesto un verdadero récord. Recorriendo toda la historia de todas las ascensiones de la cumbre El Libertador del nevado de Cachi, se podrá encontrar un performance parecida a superior. Raúl Santo llegó en absoluto silencio a Cachi, se fue a la cima, la conquistó, bajó y se fue sin comentar nada. De todas maneras, nadie le creería “su historia”, pero allí, en el libro de cumbre había dejado asentada su verdad. ¿Si fue un superdotado para el montañismo?, ello quedó sellado en el misterio más absoluto. Pero arriba estampó su lema de Dios, Patria o Muerte, y lo  rubricó con su firma.

Roberto G. Vitry
Salta, jueves 04 de enero de 2007

martes, 13 de septiembre de 2011

Conquista del Everest


El 29 de mayo de 1953, a las 11,30 de la mañana, el neocelandés Edmund Hillary y el Sherpa Tenzing Norgay, conquistaron la cumbre del Everest (8.848m), la montaña más elevada del planeta.

El alemán Peter Habeler, izquierda, y Reihnold Messner, derecha, en la cumbre del Everest junto al famoso trípode dejado allí por los chinos. Por muchos años el trípode resultó la prueba irrefutable de la presencia del vencedor del Everest en el vértice más elevado de la tierra.



Todos los catorceochomilistas
  Actualización de los montañistas que han conseguido las 14 montañas más altas de la tierra según datos de Eberhard Jurgalski, de 8000ers.com.
  Vassily Pivstov fue compañero de Maxut Zumayev en los ochomiiles pero necesitó oxígeno suplementario, de emergencia en el Everest, por lo que no se considera un ascenso sin él.


No.
Sin O2
Nombre
País
Periodo
1
1
Reinhold Messner
It
1970-1986
2

Jerzy Kukuczka
Pol
1979-1987
3
2
Erhard Loretan
Sui
1982-1995
4

Carlos Carsolio
Mex
1985-1996
5

Krzysztof Wielicki
Pol
1980-1996
6
3
Juanito Oiarzábal
Esp
1985-1999
7

Sergio Martini
It
1983-2000
8

Young-Seok Park
CoS
1993-2001
9

Hong-Gil Um
CoS
1988-2001
10
4
Alberto Iñurrategui
Esp
1991-2002
11

Wang-Yong Han
CoS
1994-2003
12
5
Edmund Viesturs
EUA
1989-2005
13
6
Silvio Mondinelli
It
1993-2007
14
7
Iván Vallejo
Ec
1997-2008
15
8
Denis Urubko
Kaz
2000-2009
16

Ralf Dumjovits
Al
1990-2009
17
9
Veikka Gustafsson
Fin
1993-2009
18

Andrew Locke
Aust
1993-2009
19
10
Joao García
Port
1993-2010
20

Piotr Pustelnik
Pol
1990-2010
21

Oh Eun Sun *
CoS
1997-2010
22

Edurne Pasaban
Esp
2001-2010
23

Abele Blanc
It
1992-2011
24

Mingma
Nep
2000-2011
25
11
Gerlinde Kaltenbrunner
Aus
1998-2011
26
Vassili Pivtsov **
Kaz
2001-2011
27
12
Maxut Zumayev
Kaz
2001-2011
It= Italia
Pol= Polonia
Sui= Suiza
Mex= México
Esp= España
CoS= Corea del Sur
EUA= Estados Unidos
Ec= Ecuador
Kaz= Kazagistán
Al= Alemania
Fin= Finlandia
Aust= Australia
Port= Portugal
Nep= Nepal
Aus= Austria
(Fuente: MONTAÑISMO y Exploración)